En el año 1935, tanto Chile como el resto del mundo, empezaba a recuperarse del impacto de la “Gran Depresión” de los años 30. La mayoría de los gobiernos habían instaurado políticas económicas proteccionistas, y por lo tanto la intervención del estado en materia de regulación de los mercados internos era un “modelo” universalmente aceptado. Bajo este escenario, la leche, dado su atributo de producto básico para la alimentación de la población, estaba sujeto a la fijación de su precio. También en esa época se empezaban a implementar una serie de medidas de salud pública, entre las cuales sobresalía la ley de “pasteurización” que introdujo la obligación en el mediano plazo de comercializar solamente leche pasteurizada. Estas circunstancias motivaron al sector lechero a agruparse para hacer frente común a estas nuevas exigencias, y bajo el amparo de la Sociedad Nacional de Agricultura, un grupo destacado de productores de leche de la zona central crearon en septiembre del año 1935 la Cooperativa Agrícola Lechera Santiago Ltda., CALS.
Desde su inicio tuvo como objetivos mejorar la comercialización de la leche de sus asociados, difundir el uso de nuevas tecnologías, promover la eficiencia productiva de sus socios y participar activamente en programas de salud animal. Además se constituyó como un fuerte poder de compra común, permitiendo economías de escala en la compra de suministros e insumos agropecuarios.
El primer Directorio de la Cooperativa quedó conformado de la siguiente manera:
En los años 60, la fiebre aftosa era una enfermedad infecto contagiosa latente que podía generar estragos en los rebaños bovinos. Situación que llevó al Ministerio de Agricultura a realizar una agresiva campaña de erradicación de la enfermedad, campaña que fue liderada por la Cooperativa.
Posteriormente, también al interior de CALS, surge la iniciativa de unir a las cooperativas lecheras de todo Chile en una gran asociación, la Federación Nacional de Cooperativas de Leche, FENALECHE. Esta organización, vigente al día de hoy, fue gravitante durante la época en la cual se fijaba el precio de la leche, también ha tenido relevancia en las campañas para fomentar el consumo de ésta y ha servido como un ente gremial de los productores de leche agrupados en las cooperativas.
Debemos destacar que muchos de los productores asociados a la cooperativa han sido destacados dirigentes gremiales de los agricultores, tanto a nivel regional como nacional.
Con la perspectiva de mejorar la comercialización de la leche, en el año 1948, CALS, en conjunto con otros productores, formó la Sociedad de Productores de Leche, (SOPROLE), hoy actor importante en el mercado de productos lácteos.
En su objetivo de incorporar ventajas para sus cooperados, en los años 60, bajo la dirección de Alfonso Castro García-Huidobro, ingeniero agrónomo especializado en Estados Unidos en alimentación animal, se implementó una de las primeras plantas de alimentos concentrados del país que proporcionó a los socios nuevas alternativas de alimentación para sus rebaños.
Durante la década de los 80 como consecuencia de la desvinculación patrimonial con SOPROLE, se construye una nueva planta lechera, en la localidad de El Monte, industria que funcionó hasta octubre de 2006, elaborando una gran variedad de productos lácteos, destacándose los quesos finos comercializados bajo la marca Los Fundos.
Prácticamente desde su inicio la Cooperativa formó un gran departamento destinado a la venta de insumos agropecuarios el cual, con el correr de los años, fue tomando un nivel de importancia tal que se ha convertido en la principal actividad operacional de CALS, trascendiendo la venta de insumos más allá de sus socios cooperados. Actualmente representa una extensa red comercial de 29 sucursales desde Arica hasta Frutillar. La experiencia desarrollada durante este largo tiempo la ha llevado a comercializar más de 12.000 productos, cubriendo toda la gama de insumos necesarios para la actividad agropecuaria, desde fitosanitarios, fertilizantes, productos veterinarios, semillas, nutrición animal, maquinaria, ferretería agrícola, riego tecnificado, entre otros.
A pesar del tiempo,en CALS, siguen prevaleciendo los valores gremiales fundadores de la institución, siendo una preocupación constante la búsqueda de oportunidades de negocios en el mercado actual y la solución a las distintas problemáticas que enfrentan nuestros asociados. Esto, en un escenario cada día más exigente y globalizado, nos permite decir con orgullo que los 84 años de vida desde su creación, avalan no tan sólo nuestra historia sino también su visión y forma de desarrollar los nuevos proyectos futuros.